A pesar de suponer que somos de determinada manera (lo que valoramos) y no de otra (lo que rechazamos y vemos en los demás), somos una totalidad hechos de luz y sombra con cualidades más o menos desarrolladas y otras no tanto; que en épocas de crisis y de problemas afloran, de tal manera que es preferible conocer nuestra sombra pues ella, nos proveerá de sabiduría y conocimiento, además de que viviremos con más conciencia y como totalidades, produciendo una sensación de expansión